El yoga y la columna vertebral

Nuestra columna vertebral y su función en el yoga


A través del yoga podemos mejorar nuestra postura, aliviar la presión de los hombros o aliviar los dolores lumbares.

La espina dorsal es el eje de nuestro cuerpo, la que nos permite mantenernos erguidos o realizar diferentes posturas. Muchas veces la maltratamos con malas posturas, horas de coche, deportes agresivos o muchas horas delante de la pantalla de ordenador.

El yoga nos ayuda a estirarnos y a corregir todas esas molestias que nuestro día a día nos pueden general.

Quizá es que soy un poco analítica, pero me gusta investigar sobre los aspectos más físicos y médicos del yoga para poder entender mejor como funciona mi cuerpo cuando practico una asana. Si eres consciente de cómo eres por dentro, es más fácil notar el efecto de cada una de las posturas que realizamos.

La columna vertebral se caracteriza por sus curvaturas, de las superiores a las posteriores son: cervical, torácica o dorsal, lumbar y sacra.

Las curvaturas que tiene nuestra culumna son muy peculiares en el mundo de los mamíferos y son provocadas por nuestro movimiento bípedo.

La columna vertebral en el yoga

Movimientos de nuestra columna


Podemos decir que hay cuatro movimientos espinales: flexión, extensión, rotación axial (giro) y flexión lateral. Muchas de las posturas que practicamos hacen hincapié en estos movimientos de una u otra forma.

El movimiento más básico de la columna es el que resalta su curvatura primaria, la flexión. Podemos encontrar un gran ejemplo de flexión en asanas tan recurrentes como la Postura del Niño. No es casual que esta postura se llame así ya que recrea la postura espinal de un feto.

Las curvaturas primarias del cuerpo las detectamos de forma clara cuando nos encontramos en Savasana. Son todas aquellas partes que tocan con el suelo en esta postura: la parte posterior de la cabeza, la parte superior de la espalda, el sacro, la parte posterior de los muslos, las pantorrillas y los talones.

Las curvaturas secundarias están presentes, entonces, en todas aquellas partes del cuerpo que no entran en contacto con el suelo en Savasana: la zona cervical y lumbar, la cara posterior de las rodillas y el espacio entre los muslos y los talones.

De esta forma poder decir que la flexión de columna es un incremento de las curvaturas espinales primarias y una reducción de las secundarias.

Ya que se encuentran sostenidas por la columna vertebral, la relación entre las curvaturas primarias y secundarias es recíproca. Al aumentar una de ellas, la otra reducirá. Si aumentamos nuestras curvaturas primarias, estaremos reduciendo las secundarias.

Una asana clásica donde podemos verlo es en la postura del Gato Vaca (Marjatyasana y Bitilasan)

Postura de la vaca


Postura del gato



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